martes, abril 15, 2003

Parte V y final. ¿Pero como se cuestiona algo?

Eso!...¿Cómo se cuestiona? ¿Cómo se plantea una cuestión? ¿Cómo se desarrolla un planteo de algo?
Lo principal es la manera de hacerlo. Si no procedemos de manera correcta en el planteo, probablemente no se nos entienda. O lo que es peor, se nos malinterprete. El desarrollo de una duda, una inquietud o simplemente un proyecto, tiene que ser claro. Si no procedemos con claridad la respuesta a la duda o a la inquietud nos generará más dudas aún y como consecuencia consultaremos con otra persona del GRUPO que también (o casualidad) no entendió o entendió lo que quiso. Si fuera un proyecto tiene que ser con reglas bien definidas o por definirse y tiene que contar con la mayoría de aceptación del GRUPO, porque es éste el que pondrá en marcha ese proyecto. Y si la mayoría no está de acuerdo y el proyecto se ejecuta igual, por lo general se hace de mala gana, o no se participa en él.

Los planteos, dudas, proyectos y demás cuestiones deben ser compartidos por todos porque esto hace a la buena organización de lo que se quiera desarrollar dentro de la actividad.
No se puede imponer, se debe tratar. No se debe callar, sino exponer. No se puede ir por el costado, se debe ir de frente. No podemos quedarnos con lo que se dice o se hace a la primera que escuchamos o vemos. Son multiples las campanas que suenan siempre por algo. Debemos estar atentos y abiertos a cualquier situación. Y mucho más si es para ayudar a alguien del GRUPO. Debemos estar atentos a todo y a todos.
A todo porque de otra manera somos mal vistos, --muchos no nos quieren porque no comparten lo que hacemos, o porque no les gustan los perros,-- entonces debemos cuidar el entorno. Y a todos, porque somos nosotros mismos los generadores de la actividad y eso hace que entre todos tengamos que alentarnos en cualquier buena situación y corregirnos en cualquier otra mala situación.


Que los problemas no sean mayores que las soluciones. Que lo que logramos o creamos no se caiga por una mala interpretación. No permitamos que la manera de conducirnos hacia otro integrante sea irrespetuosa o "maleva". Por más que tenga razón, que esa misma razón no se imponga por la fuerza y la brutalidad. Seamos "HUMANOS con perros"
Todos los que practicamos esta actividad, lo hacemos por gusto, por "hobbie" (caro por cierto). Y si lo hacemos por gusto, y nos cuesta...al menos, disfrutémoslo. Por nosotros mismos, por nuestros propios objetivos. Tengamos siempre presente, que en NUESTRO GRUPO una competencia no es ir a la guerra. Que cuando se traten temas con todos reunidos tenemos que tener nuestro objetivo por delante, y si apuntamos a eso todos debemos ponernos de acuerdo de buena manera.
Los referentes del grupo deben guiar en todo sentido. Hacer que la "manada" llegue al final del recorrido es lo importante. Hacer que "TODA la manada" llegue en buenas condiciones parece difícil, pero no imposible. Si optamos por el camino del individualismo --en todo sentido, dentro de la actividad-- terminamos como la "estrella" de la que hablé en la Parte II, Si gana, gana...pero eso es todo. Que no es lo mismo que decir "GANÓ TODO". El ganar todo implica ganar en todo terreno, y el terreno de las relaciones entre todos es una de las cosas fundamentales.


Hubo una vez que alguien me dijo con ese brillo en los ojos que precede a las lágrimas:"No sabés lo que esto significa para mí. No sabes todo lo bien que me hace. Pero estar aca, para hacerme problemas ...no."

Al principio de esto que dijo, me sentí gratificado...pero al final, me decepcioné yo mismo. Porque estaba siendo partícipe de algo lindo para alquien y que le sirvió de algo, pero en realidad se llevaba un problema. Si bien, traté de tranquilizar a esa persona, asumí una culpa que no tenía. Todavía esa persona está en la "manada".


TOMEMOS LOS RECAUDOS NECESARIOS PARA HACER DE NUESTRA ACTIVIDAD LA MEJOR.




lunes, abril 14, 2003

...y ahora como sigue? ahh...si. Viene el IV

Efectivamente, los perros aprenden adiestramiento con la ayuda de un collar y una correa. Y en el extremo opuesto esta la mano del dueño, o guía --o como quieran llamarle--. En el extremo opuesto está el ser humano que enseña a comportarse (o tratar de comportarse) al animal de acuerdo a su propia interpretación de lo que a su vez recibe de un escrito o de un "adiestrador". Pero el entorno de esa persona que está aprendiendo en base a lo que lee y escucha de un "adiestrador" es distinto del entorno de otra persona que está haciendo lo mismo. Entonces se aplica de distinta manera y eso hace la diferencia entre un buen, regular o mal adiestramiento. LA PERSONA pone de sí mismo lo que pone de sí mismo en el transcurso del día, lo que pone de sí mismo en el transcurso de su vida. No es lo mismo el adiestramiento que es aplicado a un perro por un adolescente, una mujer o un hombre maduro. Tampoco es lo mismo si YO soy un empleado y VOS sos una persona que esta estudiando para entrar a la policía, por ejemplo. ¿Y porqué no es lo mismo? Porque YO, que soy empleado aplicaré lo que me enseñan y lo trataré de entender y aplicar con los ejercicios de una manera distinta que VOS que sos cadete de policía y te vas a ubicar como tal, y vas a exigir como tal, y vas a corregir como tal. Será entonces, sencillamente de "OTRA MANERA"
Entonces surge aca, el comportamiento nuestro hacia...algo. En este caso, ese algo sería el adiestramiento --o el correcto adiestramiento-- para aplicarlo en función de otro algo, que sería el aprender a correr en Agility junto a la mascota que tenemos. Y como es una actividad que se practica en GRUPO, tenemos como resultado una cierta cantidad de perros. Y como tenemos una cierta cantidad de perros, tambien tenemos otra tanta cantidad de personas que tratan de convivir con el pensamiento distinto de otros...Pero siempre un poco predispuestos a mostrar los dientes.

Y, a consecuencia de ello el GRUPO que formó el "profe" en su momento, por sí mismo se empieza a resentir. Y como si fuera poco, el "profe" también tiene un pensamiento distinto, pero a diferencia de los demás tiene la posibilidad de tratar de llegar a un acuerdo en la toma de decisiones o en mediar en las discuciones en lugar de aumentarlas. Existen hoy (en mi entorno) estos dos profes de los que hablo. Los que --cosa curiosa-- también marcan dos tendencias de manejo de perros, completamente distinta.
Uno de ellos, está mas predispuesto a la charla y al razonamiento lógico de las situaciones planteadas que el otro. El otro va más al choque, se deja llevar por estas mismas situaciones digamos con cierta "violencia" en su manera de expresarse. Pero ambos, son perfectamente capaces en lo que realizan. Ambos son autodidactas, y ambos compiten dentro de esa creación contra el otro.
Uno de ellos, escucha el cuestionamiento de una persona que tiene una duda o inquietud, el otro ya se adelantó a resolverla porque ya conoce esa duda, y como la conoce no te deja expresar.
Uno se encarga de su compañero desde otros puntos de vista, como por ejemplo, preocuparse por su familia, por su perro, por su entorno como ser humano. El otro no.
Uno esta dispuesto a discutir el reglamento, y explicar el porque de una situación en particular. El otro también, pero involuntariamente tiene que ser así como él lo propone porque no existe otra posibilidad nada mas que la suya.
Uno al reglamento le encuentra siempre una vueltita más para discutir, el otro se amolda al reglamento y está dispuesto a llevarlo a cabo, tomando algunos recaudos con respecto a alguna situación en particular.
El más efusivo esta dispuesto a llevarse todo por delante contra viento y marea, el más cauto también pero recorre otro camino. Y, en cuanto uno critica de buena manera al otro, como si fueran perros se notan por debajo de los labios sus dientes frunciendo el hocico.

A veces, nos parecemos a ellos.
Con la única e inexorable diferencia, que a los perros les enseñamos nosotros...y a nosotros ¿quién?
Con la única diferencia que los perros son de distinta raza, y nosotros una especie de perros de una sola raza.

SEGUIMOS AL PERRO LIDER

Como en toda manada, los identificables como líderes de un grupo son los que tienen aptitudes distintas de otros, los que guian a otros, los que están donde los otros no pueden, son los que cuidan.
Definitivamente, digamos son los que más saben de la cosa...¿Lo saben?
Los que los siguen (o los seguimos), forman parte de la masa total del GRUPO. De esa masa, donde surgen los comentarios, los dilemas, las inquietudes, los proyectos y algunas cosas más que siempre surgen (porque siempre, pero siempre surge algo). Son los que aprendieron junto a él pero no forman parte de los líderes, porque no están a su altura, porque no pueden o porque no quieren. No son referentes. Están para, entre ellos mismos, aprender de los líderes, pero no para cuestionarlos... ¿o sí?
SIIIIIIIIIII...se debe cuestionarlos. ¿Cómo no? Si de los cuestionamientos, surgen las mejoras, el progreso, el tirar para adelante aunque pensemos distinto.
¿O acaso el líder de una manada en algun momento no es retado por el más fuerte para seguir guiando al resto? No digo que se cuestione absolutamente todo, pero que se haga dentro de las normas de convivencia humanas, me parece totalmente normal. Porque el pensamiento no es único. Hay muchos dentro de mi manada, que piensan igual o distinto. Pero todo se puede canalizar, en favor de algo. En este caso, en favor de la actividad que desarrollamos. En cuanto dejemos, el pensar en UNO y pensemos un poco más en el TODO, sin duda mejoraremos, no solo como personas, sino también como partícipes de una convivencia que cada vez se hace más difícil. Y se hace más dificil a medida que la manada crece.

Dentro de la manada en cuestión, también hay recelos, resquemores, problemas, contradicciones, dimes y diretes. Lo que es bueno para uno, es malo para el otro. Y lo que el otro dice de uno, no se aplica al otro. Entonces todo se complica, y lo unico que se perjudica es el objetivo trazado desde un principio.
Se perjudica la actividad. Porque en lugar de mejorar, nos detenemos en el camino para complicarnos. Y esto más se acentúa, cuando son los que guían los que mantienen continuos enfrentamientos por distintas cuestiones que quizas no tengan que ver con la actividad misma, pero sí con el normal desenvolvimiento de uno como persona, como individuo.

Ahora bien, no puedo dejar de reconocer que aunque separados por un momento, unidos en el intento.

Cuando todos tenemos que competir por todos, enfrentando a otros, la unificación se nota.


En el reino animal, muchos se protejen entre ellos para evitar la muerte. Estando solos, son carne para el más fuerte.